“La Tierra es un lugar más bello para nuestros ojos que cualquiera que conozcamos. Pero esa belleza ha sido esculpida por el cambio: el cambio suave, casi imperceptible, y el cambio repentino y violento. En el Cosmos no hay lugar que esté a salvo del cambio” ~ Carl Sagan
Si este famoso escritor está en lo cierto, deberíamos considerar la posibilidad de que los cambios nos acercan a la belleza, entiendo yo, como sublimación de lo que está, en algo mejor aún.
Creo que todos podemos coincidir en que muchos de los cambios de nuestra vida no han sido diseñados, planeados o elegidos, sino que simplemente han sucedido… con lo cual, podemos también coincidir que muchos de esos cambios han provocado en nosotros, al menos al inicio, una sensación de sorpresa, impotencia o de inseguridad por lo que sucede, por perder el “control” sobre esos sucesos que provocan cambios imprevistos en nuestro horizonte de posibilidades.
Y es totalmente lógico y previsible que, si no está sucediendo lo que yo quiero que suceda, me embargue una emocionalidad que me cierra posibilidades (típicamente, emocionalidad de enojo, tristeza, etc.) con la consiguiente resistencia a lo que está sucediendo, dado que no me permite seguir con la “transparencia” con la que venía viviendo.
Ahora bien, la pregunta esencial en ese instante es: ¿Cómo ACEPTAR lo que está sucediendo, que no ha dependido de mi accionar, sino que es producto de otros factores sobre los cuales no tengo ningún tipo de control (ej.: la desaparición física de algún ser querido, una avalancha que se llevó mi casa, me despidieron por causa de un recorte presupuestario, bajó/subió el dólar, etc.)? Algunas ideas acerca de este tema, ya las exploramos en un post anterior: “La aceptación es un proceso”
Hoy vamos a explorar qué pasa con los cambios que pueden ser programados, diseñados, planeados con antelación, y que dependen exclusivamente de uno mismo. Muchos de esos cambios se quedan en el mundo de los deseos, y nunca salen la luz, por diferentes motivos. La mayoría de las veces sucede que no vemos una forma de hacer ese cambio, a causa de un compromiso cognoscitivo prematuro y nos frenamos en nuestra decisión. Pero más allá de las causas que pueden motivar no hacer el cambio, quizás la causa más importante sea el desconocimiento de que todo cambio consta de algunas etapas, constituyendo un proceso, no solamente de una o varias acciones aisladas…
Sin pretender agotar el tema del proceso de cambio en este listado, te lo propongo para tu propia reflexión, el proceso de las “4C”:
- CONSCIENCIA: Esta etapa es muy importante, casi diría que constituye el 50% del éxito en el proceso de cambio. Es darnos cuenta de que NECESITAMOS hacer este cambio, sin el cual nuestra vida permanecerá igual que siempre, lo que es lo mismo que decir, quedarse estancado en una situación insatisfactoria.
- CONVICCIÓN: En esta etapa, luego de que el DESEO de cambio aparece por la toma de conciencia anterior, comenzamos a vislumbrar que el cambio ES POSIBLE, y nacen las ganas de “quemar las naves”, e ir por el cambio, a todo o nada!
- COMPROMISO: esta es la etapa de la transformación de las intenciones en logros, se diseñan las acciones en base a una adecuada planificación, y obviamente, todo sostenido en una sólida disciplina.
- CELEBRACION: Una vez que nos damos cuenta de la necesidad del cambio, y que aparece el deseo, y que tomamos la decisión acompañada de una buena planificación, con acciones y disciplina, el cambio es cuestión de tiempo, nada más. Y una nueva realidad se hace presente, la realidad deseada! Es momento entonces, de CELEBRAR! Esto hará que apreciemos que lo hemos conseguido como fruto a nuestro compromiso, y así consolidemos el nuevo hábito aprendido.
Cada día me miro en el espejo y me pregunto: «Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?». Si la respuesta es «No» durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo” ~ Steve Jobs(1955-2011) Empresario e informático estadounidense.
Espero de corazón que este post te haya sido de alguna manera útil para tu vida. Si en algún momento consideras que tienes las suficientes deseo de revisar tus creencias para aumentar el liderazgo de tu vida, y que quieres dar tu primer paso hacia un mayor bien-estar, estoy disponible para que me consultes y conversemos de qué manera puedo asistirte.
Te comparto a modo de regalo de despedida de este post, un video para continuar con la reflexión. Corresponde a una canción de un artista argentino de la música rap Federico Andrés Giannoni más conocido como EMANERO. Espero que lo disfrutes y que pueda servirte, también como a mí, de stop & reflect!
Si consideras que un mayor autoconocimiento puede ayudarte a ampliar la mirada para hacer CAMBOS en tu vida, te invito a que veas o descargues este documento que puede ser de tu interés, y quizás, hasta puede ser el inicio de esa búsqueda (es totalmente gratuito y no tienes que dejarme tu e-mail para poder leerlo!): CLICK AQUÍ
Recibe mi total agradecimiento por permitirme compartir contigo estas reflexiones y te agradeceré las reenvíes a quienes consideres les pueda ser de utilidad.
Hasta nuestro próximo encuentro!
Para que disfrutes este viaje EN-TREN-A-TU-VIDA!
Un comentario en “Para cambiar algo, algo hay que cambiar…”